En todos estos años de docencia, trabajando por
y para la seguridad vial, he llegado a la conclusión que todo debe comenzar por
el principio, por la base, por la Educación Vial en la infancia, con la educación
vial preescolar, escolar, primaria y secundaria, y despues continuar con la universitaria, y educación
vial ciudadana en base a campañas divulgativas, talleres, voluntariado,
educación vial a los mayores etc. Conseguir que los mayores se impliquen y transmitan conocimientos a los niños y a los más jóvenes, haciéndoles, sentirse útiles, convirtiéndoles en cuidadores y maestros en educación vial. La Educación Vial es permanente y el ser humano no
deja de aprender nunca, deber ser formado e informado durante toda su vida,
siempre será peatón, usuario de vehículos, durante mucho tiempo conductor de
toda clase de vehículos: patinetes, bicicletas, ciclomotores, motocicletas,
automóviles etc. Esta asignatura de la Educación y Seguridad Vial es
muy importante para nuestras vidas y su buen desarrollo, es una materia que necesitamos y necesitaremos siempre.
Recapacitemos y pensemos que es lo que se ha
hecho hasta ahora y que es lo que se hace en la actualidad en materia de
Educación Vial. Poco, la verdad es que bastante poco.
En el año de 1934, el 25
de Septiembre, se publicó el primer Código de Circulación como tal, un texto
legal articulado donde se recogían toda una serie de normas y obligaciones de
comportamiento Vial, bien en su articulo siete, establecía que la educación
vial sería obligatoria en los colegios.
En 1990 se aprobó una ley de Educación,
la Logse, que
contemplaba a la
Educación Vial como asignatura transversal, yo siempre he
dicho que la contemplaron como asignatura “atravesá”
Desde el primer código ha pasado mucho tiempo,
78 años para ser exactos, desde la
Logse 22 años. Sigo preguntando ¿Qué se ha hecho desde
entonces? Prácticamente nada, salvo algún Centro docente singular,
sensibilizado con la materia, por su profesorado, que alguno hay, (excepciones
honrosas que confirman la regla y pocos en número, para nuestra desgracia). La
tónica general es que en el curso escolar aparece algún día, (con suerte más de
uno), un agente de la policía local, motivado y convencido de su labor, que les
habla de las señales y de algunas normas de comportamiento, y ahí termina la
educación vial y así nos va, “de aquellos fangos estos lodos”
Tenemos que convencer a la sociedad que el
aumento de la seguridad vial es posible, que el” riesgo cero” en la circulación
vial, a pesar de sonar a utopía, es nuestra meta, tenemos la obligación de
luchar por acercarnos lo máximo posible.
Si queremos, podemos y todos a una podemos, y
si podemos, saldremos todos beneficiados.
Hay que cambiar, sí, hay que erradicar, ese
concepto que tiene el ciudadano de a pie, que "eso de los accidentes les pasa a
los demás, les pasa a los otros", todos lo ven como algo lejano, algo remoto,
nadie, ninguno de ustedes piensa que va tener un accidente de tráfico, ¿O
quizás, alguno de ustedes, piensa tener un grave accidente mañana o pasado
mañana, o la semana que viene?, Nadie, es una reacción humana, muy humana, pero
ilógica, ya que todos, estamos ahí, todos estamos en el bombo y
desgraciadamente, a cualquiera nos podría tocar, pero el índice de
probabilidades decrecería enormemente, si tuviéramos comportamientos más
seguros y responsables en la carretera.
Hay que educar a la gente para que cambie la
idea o el concepto del termino accidente de tráfico, muchos piensan, quizás
ayudados por el propio termino, que estas colisiones viales, son producto del
azar, de la mala fortuna, o la mala suerte y no es así, está demostrado y
debidamente contrastado que cerca del 90% de estas colisiones viales son
producto de fallos humanos, de errores producidos por nosotros mismos. Un
conductor que circula superando ampliamente el límite de velocidad máxima
permitido, triplicando la tasa de alcoholemia legal, asumiendo riesgos
impensables en condiciones normales, tiene un accidente de tráfico, ¿Se puede
hablar de mala suerte? NO, para nada se puede uno refugiar en la suerte.
Si queremos practicar una conducción
responsable y segura y reducir las probabilidades de colisión vial, propongo
algo aparentemente fácil que elevaría la seguridad vial hasta cotas
insospechadas. ¿Cuál es la formula mágica?, Simple, muy simple, eliminar en lo
posible los factores de riesgo, si, así de sencillo. ¿Qué son los factores de
riesgo? Son esos factores que asociados a la conducción y circulación vial
aumentan las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico, como velocidad
inadecuada, consumo de alcohol o sustancias, fatiga, somnolencia, estrés,
distracciones: uso del móvil, manipulación de navegadores, fármacos.
¿Qué os parece mi propuesta, la consideráis
utópica o verosímil, será realizable o no? ¿Se puede conducir sin consumir
alcohol o sustancias?, ¿Se puede conducir a una velocidad adecuada a las
circunstancias y respetando los límites?, ¿Se puede en viajes largos, descansar
cada 2 o 3 horas o 200 a
300 km.
al menos 20 minutos para estirar las piernas y descansar? ¿Se puede controlar
los fármacos que consumimos, leyendo el prospecto y consultando con el médico
sus efectos en la conducción? ¿Se puede uno parar y echar una cabezadita en
caso de somnolencia, que con media hora estamos como nuevos?
¿Se
puede evitar el uso y abuso del móvil, cuando estamos conduciendo? No hay nada
más absurdo y gratuito que perder la vida al volante por no perder la
comunicación. ¿Se puede programar el navegador antes de ponernos en movimiento,
ya que una vez en marcha nos distraemos de lo que tenemos por delante? Cuando
se conduce, hay que estar a lo que se está, conducir y nada más, que ya es
bastante.
Supongo la respuesta que daréis a mis
preguntas y casi seguro que estamos de acuerdo, ¿Entonces?, Conducimos cada vez
coches más inteligentes y perfectos, la producción de un accidente por fallo
mecánico del automóvil es cada vez más infrecuente, es casi anecdótico,
Conducimos por carreteras cada vez más seguras y en mejor estado, algunas y en
algunos sitios con tramos inteligentes. Creéis que los conductores estamos a la
altura de los vehículos y carreteras por las que circulamos, ¿Hemos
evolucionado en la misma proporción y al mismo nivel?
¿Qué falla en el sistema?, ¿Fallan los
vehículos?, ¿Fallan las carreteras por las que nos desplazamos?, ¿Fallamos los
conductores, por no estar suficientemente sensibilizados con la seguridad vial?
¿Fallamos todos, conductores, peatones y usuarios por no haber tenido una
adecuada Educación Vial? ¿Fallamos los conductores por no haber disfrutado de
una sólida y eficaz Formación Vial?
Fallamos las personas, todos, por no
preocuparnos por nuestra Educación Vial, una parte de nuestra educación que es
fundamental para nuestra subsistencia. Educación vial es vida, la educación
académica es muy importante para nuestro futuro, pero las matemáticas, la
historia, la literatura, son materias que en determinadas épocas nos son
imprescindibles, pero la educación vial
es para toda la vida, siempre seremos peatones, usuarios de vehículos, conductores, la educación vial es permanente y siempre la utilizaremos.
La educación vial, no se queda
en la mera adquisición de conocimientos de unas reglas de comportamiento en el
tráfico, no se detiene sólo en el aprendizaje de unas
normas y señales reguladoras de la circulación.
Va más allá, promueve
la adquisición de valores viales en los ciudadanos, y se convierte
en el mejor camino para la formación de una conciencia vial.
La Educación vial, es parte de la Educación Social,
crea: hábitos y
actitudes de convivencia, calidad
de vida, calidad medioambiental y seguridad Vial.
La Educación
vial, para que sea una realidad eficaz, necesita una presencia constante en
todas las fases de formación de los ciudadanos.
Desde que nacemos
hasta que dejamos de existir, desde la educación vial infantil, escolar,
universitaria y ciudadana hasta la de nuestros mayores.
La Educación Vial hace vida, con ella, inculcando en nuestros
jóvenes valores, conductas responsables, respeto, solidaridad y convivencia,
ganaran ellos y ganaremos todos.
¡Luchemos todos por una Educación Vial de verdad, ya es hora!
Si no lo hacemos lo pagaremos muy caro, lo pagaremos con sufrimiento dolor y muchas
vidas humanas. ¡BASTA YA!
JOSÉ Mª MOGUER GONZÁLEZ.