Mi compromiso con la Seguridad Vial

Mi pasión por la enseñanza y por el automóvil, me viene quizás de antes de mi nacimiento .Mi padre trabajo con el cinco veces campeón del mundo de formula 1, Juan Manuel Fangio en Argentina como mecánico y carrocero. Nací en Uruguay en un taller de coches, y me temo que alguna vez me cambiarían el biberón por gasolina, hijo de un sevillano, trianero para más señas y de una "granaina" de Guadix, "casi na", como se dice en mi Andalucía.

Traigo en los genes una verdadera obsesión por los coches, mi señora esposa que la lleva aguantando (la obsesión) muchos años, dice que si alguna vez la engaño será con una "furgoneta".Dedique 15 años de mi juventud a competir en los Rallyes, llegando a ser subcampeon de Andalucía en 1987. He colaborado con varios medios de comunicación especializados del motor, probando coches y escribiendo de ellos, he llevado la delegación de Andalucía de Motor Press Iberica con revistas tan prestigiosas como Autopista, Automóvil y Coche Actual.En el apartado de la Seguridad Vial llevo toda mi vida comprometido con la educación vial de los niños en los colegios y en la formación de los futuros profesores de autoescuela, ademas del perfeccionamiento de la conducción para conductores en general, ahora en el Circuito de Jerez.Sí en todos estos años he conseguido influir con mis consejos, aunque sea a una sola persona y esto ha servido para evitar un solo accidente, me considero satisfecho y recompensado.Lucho por conseguir desde mi trabajo y mi actividad,conductores seguros y responsables y acabar o reducir esa lacra social que es el accidente de tráfico.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Prevención de Riesgos Laborales, Accidentes de Tráfico.



Casi 90.000 personas sufren al año en España un accidente laboral de tráfico, y cerca de 500 fallecen por este motivo. El 50% de los accidentes laborales mortales, son accidentes de tráfico, y se producen en la ida o vuelta del trabajo,  o viceversa, es decir, ‘in itinere’ o en “misión” trabajando con el vehículo.
Los accidentes laborales de tráfico son más frecuentes en el sector de la construcción (7,6%), aunque en el caso de los siniestros mortales este grupo desciende al segundo puesto detrás de empresas de transporte terrestre. En la siniestralidad mortal también se incorporan al grupo las empresas de producción agrícola.
Del total de accidentes, el 71% tiene lugar en desplazamientos "in itinere", mientras que los que se realizan en "misión" (en horario laboral y por motivos de trabajo) se sitúan en el 23%. En los siniestros mortales, los más frecuentes se registran "in itinere", aunque el porcentaje se ha reducido hasta el 64,7%, al contrario que los siniestros "en misión", que ha aumentado hasta el 33,4%. Cada año se producen miles de accidentes laborales con graves repercusiones humanas y económicas que, en muchos casos, podrían haber sido evitados con la aplicación de medidas preventivas. Una de las principales causas de los accidentes laborales  está relacionada con la fatiga, asociada a un trabajo prolongado y monótono.
A ello hay que añadirle, los errores humanos, el sueño, el estrés, la ansiedad e incluso la ingesta de fármacos. El 10% de los accidentes mortales laborales está asociado con el consumo de algún tipo de droga, casi la mitad de ellos por cocaína.
El segundo grupo de causas está, asociado a la organización del trabajo al que esté sometido el empleado.
El sistema de remuneración, las rutas de viaje, hasta el tipo de mercancías que transporte y el vehículo que conducen.
Como dato significativo, la mayoría de este tipo de siniestros se produce en las empresas matrices, pero cuando se trata de accidentes con fallecidos, aumenta el peso de los siniestros que se producen en las subcontratas, pasando del 5,9 al 13%.
Asimismo, un 7,5% de todos los accidentes laborales viales afectan a más de un trabajador, y cuando estos accidentes son mortales, el porcentaje alcanza el 18,7%. ¿Quién tiene la responsabilidad, de la alta tasa de mortalidad, la Administración, los empresarios o los propios trabajadores?
La responsabilidad es  de los tres. La Administración debe poner más medios para la formación y divulgación de los trabajadores en seguridad vial. Los empresarios tienen la obligación de ver los índices de siniestralidad como un problema laboral que tienen que prevenir a toda costa. Y por último los trabajadores tienen que ser conscientes de los peligros a los que se someten durante su jornada laboral. Deben asumir la formación oportuna e incluso en algunos momentos reclamarla.
¿Dónde debe hacer mayor hincapié la Administración para intentar dar una solución al problema?
Sobre todo en los horarios de trabajo que a veces son excesivos. Los transportistas a veces se ven obligados a sufrir demasiadas horas al volante sin descanso.
También en la formación vial de los trabajadores. Esta parte es muy importante, ya que los trabajadores deben estar concienciados de lo que se juegan en la carretera.
La Administración, los empresarios, los trabajadores deben aunar esfuerzos aumentando las actividades divulgativas y la formación.  En prevención de riesgos laborales la formación constituye un valor fundamental para prevenir y evitar los daños derivados de las exposiciones a los riesgos. 
Por ello, la legislación preventiva establece la obligación empresarial de formar en materia preventiva a sus trabajadores, tanto con relación a los riesgos a los que están expuestos, como sobre las medidas preventivas adecuadas adoptadas en la empresa. El trabajador ha de disponer de la mejor información sobre todos estos aspectos, a fin de poder combatir los riesgos laborales.
Junto a la formación, los otros pilares básicos en materia preventiva son: el contar con un buen sistema de gestión de la prevención en la empresa y con un plan de acción preventiva, basado en el análisis de los riesgos laborales. Plan que debe de ser permanentemente controlado en su ejecución, revisado y actualizado en función de las deficiencias existentes y de las nuevas exposiciones que puedan aparecer dentro de la actividad de la empresa.
 En los accidentes que se producen durante el horario laboral, el perfil más común es el de un hombre, español, de 16 a 19 años de edad, que trabaja en el sector servicios, como conductor profesional o en el sector de servicios de seguridad, y que tiene un contrato temporal. Las personas que con más frecuencia tienen accidentes de tráfico ‘in itínere’, es decir, en su trayecto de casa al trabajo o viceversa, españoles, de 16 a 19 años de edad, que trabajan en el sector industrial y, preferentemente, con un contrato temporal.
Tenemos una asignatura pendiente con el tema de las infraestructuras y de la señalización, y eso influye en el accidente laboral de tráfico. Y tenemos una normativa que habría que hacer evolucionar: Pero sobre todo, tenemos un reto en la formación, porque todos los estudios  demuestran que del 70% al 90 % de esos accidentes están causados por un fallo humano.
Estamos hablando de que la causa es un fallo humano, pero la culpa la podemos tener todos, la empresa, la administración o el propio conductor.
Gran parte de lo que sabemos en la seguridad vial se podría aplicar directamente al mundo laboral, pero habría que aplicarlo de una manera específica, porque tiene que ver con el tipo de trabajo y también con el contexto donde se realiza.  Sería muy interesante de analizar, porque existe una psicosociología del accidente laboral de tráfico. Sabemos que influye el sexo, que los hombres tienen más accidentes que las mujeres. Que las personas mayores tienen menos accidentes. Que influye la relación laboral, ya que los contratados temporales tienen más accidentes que los indefinidos. Que los menos antiguos en la empresa tienen más accidentes. Que los trabajadores con estatus más bajo en la empresa tienen más accidentes. Sabemos también que empresas de servicios tienen menos problemas que el sector industrial y el agrícola. Y que el índice de siniestralidad es más alto en la pequeña empresa.
Un buen plan preventivo, con actuaciones directas en formación, en información y en campañas,  podrían reducir a la mitad la alta cifra de siniestralidad. 
La prevención de riesgos laborales normalmente no se suele centrar en la conducción.                      


No es lógico que determinados riesgos laborales, que dan lugar a un 3, o un 4 % de las muertes, tengan programas específicos de prevención, mientras que el tráfico, que provoca el 50 % de las muertes, no lo tenga. 
No es nada coherente ni siquiera justo, porque si se  actuara eficazmente con la suficiente formación e información muchos de los que murieron o que puedan morir en accidente de tráfico quizás no lo hicieran.
Hagamos algo todos, a todos nos concierne,  con que se salvara un sólo trabajador sería suficiente y hubiera merecido la pena, hablamos de vidas, hablamos de personas, de tragedias familiares,

¡Actuemos!


 JOSÉ Mª MOGUER GONZÁLEZ.





  









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