Mi compromiso con la Seguridad Vial

Mi pasión por la enseñanza y por el automóvil, me viene quizás de antes de mi nacimiento .Mi padre trabajo con el cinco veces campeón del mundo de formula 1, Juan Manuel Fangio en Argentina como mecánico y carrocero. Nací en Uruguay en un taller de coches, y me temo que alguna vez me cambiarían el biberón por gasolina, hijo de un sevillano, trianero para más señas y de una "granaina" de Guadix, "casi na", como se dice en mi Andalucía.

Traigo en los genes una verdadera obsesión por los coches, mi señora esposa que la lleva aguantando (la obsesión) muchos años, dice que si alguna vez la engaño será con una "furgoneta".Dedique 15 años de mi juventud a competir en los Rallyes, llegando a ser subcampeon de Andalucía en 1987. He colaborado con varios medios de comunicación especializados del motor, probando coches y escribiendo de ellos, he llevado la delegación de Andalucía de Motor Press Iberica con revistas tan prestigiosas como Autopista, Automóvil y Coche Actual.En el apartado de la Seguridad Vial llevo toda mi vida comprometido con la educación vial de los niños en los colegios y en la formación de los futuros profesores de autoescuela, ademas del perfeccionamiento de la conducción para conductores en general, ahora en el Circuito de Jerez.Sí en todos estos años he conseguido influir con mis consejos, aunque sea a una sola persona y esto ha servido para evitar un solo accidente, me considero satisfecho y recompensado.Lucho por conseguir desde mi trabajo y mi actividad,conductores seguros y responsables y acabar o reducir esa lacra social que es el accidente de tráfico.

domingo, 14 de octubre de 2012

EDUCACIÓN VIAL






En todos estos años de docencia, trabajando por y para la seguridad vial, he llegado a la conclusión que todo debe comenzar por el principio, por la base, por la Educación Vial en la infancia, con la educación vial preescolar, escolar, primaria y secundaria, y despues continuar con la universitaria, y  educación vial ciudadana en base a campañas divulgativas, talleres, voluntariado, educación vial a los mayores etc. Conseguir que los mayores se impliquen y transmitan conocimientos a los niños y a los más jóvenes, haciéndoles,  sentirse útiles, convirtiéndoles en cuidadores y maestros en educación vial.  La Educación Vial es permanente y el ser humano no deja de aprender nunca, deber ser formado e informado durante toda su vida, siempre será peatón, usuario de vehículos, durante mucho tiempo conductor de toda clase de vehículos: patinetes, bicicletas, ciclomotores, motocicletas, automóviles etc. Esta asignatura de la Educación y Seguridad Vial es muy importante para nuestras vidas y su buen desarrollo, es una materia que necesitamos y  necesitaremos siempre.
Recapacitemos y pensemos que es lo que se ha hecho hasta ahora y que es lo que se hace en la actualidad en materia de Educación Vial. Poco, la verdad es que bastante poco. 
En el año de 1934, el 25 de Septiembre, se publicó el primer Código de Circulación como tal, un texto legal articulado donde se recogían toda una serie de normas y obligaciones de comportamiento Vial, bien en su articulo siete, establecía que la educación vial sería obligatoria en los colegios.
 En 1990 se aprobó una ley de Educación, la Logse, que contemplaba a la Educación Vial como asignatura transversal, yo siempre he dicho que la contemplaron como asignatura “atravesá”  
Desde el primer código ha pasado mucho tiempo, 78 años para ser exactos, desde la Logse 22 años. Sigo preguntando ¿Qué se ha hecho desde entonces? Prácticamente nada, salvo algún Centro docente singular, sensibilizado con la materia, por su profesorado, que alguno hay, (excepciones honrosas que confirman la regla y pocos en número, para nuestra desgracia). La tónica general es que en el curso escolar aparece algún día, (con suerte más de uno), un agente de la policía local, motivado y convencido de su labor, que les habla de las señales y de algunas normas de comportamiento, y ahí termina la educación vial y así nos va, “de aquellos fangos estos lodos”
Tenemos que convencer a la sociedad que el aumento de la seguridad vial es posible, que el” riesgo cero” en la circulación vial, a pesar de sonar a utopía, es nuestra meta, tenemos la obligación de luchar por acercarnos lo máximo posible.
Si queremos, podemos y todos a una podemos, y si podemos, saldremos todos beneficiados.
Hay que cambiar, sí,  hay que erradicar, ese concepto que tiene el ciudadano de a pie, que "eso de los accidentes les pasa a los demás, les pasa a los otros", todos lo ven como algo lejano, algo remoto, nadie, ninguno de ustedes piensa que va tener un accidente de tráfico, ¿O quizás, alguno de ustedes, piensa tener un grave accidente mañana o pasado mañana, o la semana que viene?, Nadie, es una reacción humana, muy humana, pero ilógica, ya que todos, estamos ahí, todos estamos en el bombo y desgraciadamente, a cualquiera nos podría tocar, pero el índice de probabilidades decrecería enormemente, si tuviéramos comportamientos más seguros y responsables en la carretera.
Hay que educar a la gente para que cambie la idea o el concepto del termino accidente de tráfico, muchos piensan, quizás ayudados por el propio termino, que estas colisiones viales, son producto del azar, de la mala fortuna, o la mala suerte y no es así, está demostrado y debidamente contrastado que cerca del 90% de estas colisiones viales son producto de fallos humanos, de errores producidos por nosotros mismos. Un conductor que circula superando ampliamente el límite de velocidad máxima permitido, triplicando la tasa de alcoholemia legal, asumiendo riesgos impensables en condiciones normales, tiene un accidente de tráfico, ¿Se puede hablar de mala suerte? NO, para nada se puede uno refugiar en la suerte.
Si queremos practicar una conducción responsable y segura y reducir las probabilidades de colisión vial, propongo algo aparentemente fácil que elevaría la seguridad vial hasta cotas insospechadas. ¿Cuál es la formula mágica?, Simple, muy simple, eliminar en lo posible los factores de riesgo, si, así de sencillo. ¿Qué son los factores de riesgo? Son esos factores que asociados a la conducción y circulación vial aumentan las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico, como velocidad inadecuada, consumo de alcohol o sustancias, fatiga, somnolencia, estrés, distracciones: uso del móvil, manipulación de navegadores, fármacos.
¿Qué os parece mi propuesta, la consideráis utópica o verosímil, será realizable o no? ¿Se puede conducir sin consumir alcohol o sustancias?, ¿Se puede conducir a una velocidad adecuada a las circunstancias y respetando los límites?, ¿Se puede en viajes largos, descansar cada 2 o 3 horas o 200 a 300 km. al menos 20 minutos para estirar las piernas y descansar? ¿Se puede controlar los fármacos que consumimos, leyendo el prospecto y consultando con el médico sus efectos en la conducción? ¿Se puede uno parar y echar una cabezadita en caso de somnolencia, que con media hora estamos como nuevos?
 ¿Se puede evitar el uso y abuso del móvil, cuando estamos conduciendo? No hay nada más absurdo y gratuito que perder la vida al volante por no perder la comunicación. ¿Se puede programar el navegador antes de ponernos en movimiento, ya que una vez en marcha nos distraemos de lo que tenemos por delante? Cuando se conduce, hay que estar a lo que se está, conducir y nada más, que ya es bastante.
Supongo la respuesta que daréis a mis preguntas y casi seguro que estamos de acuerdo, ¿Entonces?, Conducimos cada vez coches más inteligentes y perfectos, la producción de un accidente por fallo mecánico del automóvil es cada vez más infrecuente, es casi anecdótico, Conducimos por carreteras cada vez más seguras y en mejor estado, algunas y en algunos sitios con tramos inteligentes. Creéis que los conductores estamos a la altura de los vehículos y carreteras por las que circulamos, ¿Hemos evolucionado en la misma proporción y al mismo nivel?
¿Qué falla en el sistema?, ¿Fallan los vehículos?, ¿Fallan las carreteras por las que nos desplazamos?, ¿Fallamos los conductores, por no estar suficientemente sensibilizados con la seguridad vial? ¿Fallamos todos, conductores, peatones y usuarios por no haber tenido una adecuada Educación Vial? ¿Fallamos los conductores por no haber disfrutado de una sólida y eficaz Formación Vial?
Fallamos las personas, todos, por no preocuparnos por nuestra Educación Vial, una parte de nuestra educación que es fundamental para nuestra subsistencia. Educación vial es vida, la educación académica es muy importante para nuestro futuro, pero las matemáticas, la historia, la literatura, son materias que en determinadas épocas nos son imprescindibles, pero  la educación vial es para toda la vida, siempre seremos peatones, usuarios de vehículos, conductores, la educación vial es permanente y siempre la utilizaremos.
La educación vial, no se queda en la mera adquisición de conocimientos de unas reglas de comportamiento en el tráfico, no se detiene sólo en el aprendizaje de unas normas y señales reguladoras de la circulación.
 Va más allá, promueve la adquisición de valores viales en los ciudadanos, y se convierte en el mejor camino para la formación de una conciencia vial.
La Educación vial, es parte de la Educación Social, crea: hábitos y actitudes de convivencia, calidad de vida, calidad medioambiental y seguridad Vial.
La Educación vial, para que sea una realidad eficaz, necesita una presencia constante en todas las fases de formación de los ciudadanos.
Desde que nacemos hasta que dejamos de existir, desde la educación vial infantil, escolar, universitaria y ciudadana hasta la de nuestros mayores.
La Educación Vial hace vida, con ella, inculcando en nuestros jóvenes valores, conductas responsables, respeto, solidaridad y convivencia, ganaran ellos y ganaremos todos.
¡Luchemos todos por una Educación Vial de verdad, ya es hora! 
Si no lo hacemos lo pagaremos muy caro, lo pagaremos con sufrimiento dolor y muchas 
vidas humanas.  ¡BASTA YA!



JOSÉ Mª MOGUER GONZÁLEZ.