Mi compromiso con la Seguridad Vial

Mi pasión por la enseñanza y por el automóvil, me viene quizás de antes de mi nacimiento .Mi padre trabajo con el cinco veces campeón del mundo de formula 1, Juan Manuel Fangio en Argentina como mecánico y carrocero. Nací en Uruguay en un taller de coches, y me temo que alguna vez me cambiarían el biberón por gasolina, hijo de un sevillano, trianero para más señas y de una "granaina" de Guadix, "casi na", como se dice en mi Andalucía.

Traigo en los genes una verdadera obsesión por los coches, mi señora esposa que la lleva aguantando (la obsesión) muchos años, dice que si alguna vez la engaño será con una "furgoneta".Dedique 15 años de mi juventud a competir en los Rallyes, llegando a ser subcampeon de Andalucía en 1987. He colaborado con varios medios de comunicación especializados del motor, probando coches y escribiendo de ellos, he llevado la delegación de Andalucía de Motor Press Iberica con revistas tan prestigiosas como Autopista, Automóvil y Coche Actual.En el apartado de la Seguridad Vial llevo toda mi vida comprometido con la educación vial de los niños en los colegios y en la formación de los futuros profesores de autoescuela, ademas del perfeccionamiento de la conducción para conductores en general, ahora en el Circuito de Jerez.Sí en todos estos años he conseguido influir con mis consejos, aunque sea a una sola persona y esto ha servido para evitar un solo accidente, me considero satisfecho y recompensado.Lucho por conseguir desde mi trabajo y mi actividad,conductores seguros y responsables y acabar o reducir esa lacra social que es el accidente de tráfico.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Un coche con argumentos para enamorar a cualquiera:
 Chevrolet Corvette Grand Sport.



Cuando me iba acercando a esta fabulosa maquina nada más verlo me empezó a latir más ligero el corazón, me comenzó a subir la adrenalina, cuando me “baje” al coche, (aquí no te subes, esta muy bajito)  me encapsule en el puesto de pilotaje y arranque esa bestia que dormita en el capo, (un V8 de 6,2 litros) sentí un  bramido huracanado inquietante, la cosa prometía, vaya sí prometía, rápidamente me vinieron a mi mente recuerdos no tan lejanos, de cuando corríamos en los Rallyes, más de diez años de competición dejan huella. 
Doy un fuerte acelerón para deleitarme con el sonido de ese tropel de caballos salvajes, (nada menos que 437 CV), ya la adrenalina se me empieza a disparar, salgo lanzado como un cohete, el coche tiene una capacidad de tracción fabulosa, ya voy “volando bajito”, ¡Que gozada! Este coche te engancha desde el primer zapatazo al acelerador, te emociona por su capacidad de aceleración.
A 2.700 vueltas en sexta velocidad ya voy a 200 km/h. entonces me pregunto  ¿Qué hago con  las otras 3.000 vueltas que me faltan?  
Lo noto noble de reacciones devora la pista de una forma alucinante, nos ponemos a un ritmo y a una velocidad inconfesable, (en nuestro descargo tenemos que decir que lo probamos en un tramo de carretera cerrado al tráfico) sube de vueltas que da gusto, se muestra muy noble pero como siempre, no te puedes descuidar, porque la cruzada está siempre disponible, (estamos mandando todos esos caballos a sus impresionantes ruedas traseras)  y surge cuando menos te lo esperas, o sea que hay que domarlo y atarlo cortito. 
Cuando lo exprimes en conducción deportiva nos encontramos con  una dirección rápida y obediente, pedales duros, buena capacidad de tracción y, sobre todo, nobleza; me ha encantado, es un coche para disfrutar. La estancia a bordo de este Corvette Grand Sport se convierte en algo especial, es agradable, es un coche con el que se disfruta mucho de la conducción ya sea rápida o lenta, sí he dicho bien, lenta, porque a diferencia de otros rabiosos deportivos, este Corvette nos permite circular por ciudad a velocidades reglamentarias, sin dar un mal tirón gracias a un motor dócil en uso normal y civilizado que resulta hasta cómodo.
Las suspensiones son confortables en uso urbano y firmes, pero no incómodas, en uso deportivo, el coche tiene una pisada impresionante, donde se encuentra más a gusto es en carreteras de buen firme donde parece ir sobre raíles, te transmite una sensación de guiado perfecto.
Las prestaciones son de primera magnitud, hablamos de una velocidad máxima de 300 km/h. y de una aceleración de 0 a 100 Km/h  en 4,5 segundos, o sea que te pegas al respaldo del asiento como decidas salir con el acelerador bien pisado.
En cuanto a los consumos, la verdad es que no se si merece la pena el comentario ya que supongo que para  el propietario de un Chevrolet Corvette Grand Sport éste no creo que sea un apartado que le preocupe especialmente, con todo, obtenemos consumos normales para un deportivo de este porte, 9 litros en carretera, y sobre 16 litros en ciudad.
El equipamiento es muy completo, con asientos regulables eléctricos, calefactables, con memoria, (el asiento del conductor utilizado por mí,  me recordará siempre por mi peso), alarma control remoto, dirección asistida variable, y un largo etcétera de elementos de seguridad y confort.
Como decíamos en el titular le sobran argumentos para enamorar a cualquiera: diseño, potencia, prestaciones de infarto, efectividad, nobleza, solo una pega, todos te miran… 



JOSÉ Mª MOGUER GONZÁLEZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario