Mi compromiso con la Seguridad Vial

Mi pasión por la enseñanza y por el automóvil, me viene quizás de antes de mi nacimiento .Mi padre trabajo con el cinco veces campeón del mundo de formula 1, Juan Manuel Fangio en Argentina como mecánico y carrocero. Nací en Uruguay en un taller de coches, y me temo que alguna vez me cambiarían el biberón por gasolina, hijo de un sevillano, trianero para más señas y de una "granaina" de Guadix, "casi na", como se dice en mi Andalucía.

Traigo en los genes una verdadera obsesión por los coches, mi señora esposa que la lleva aguantando (la obsesión) muchos años, dice que si alguna vez la engaño será con una "furgoneta".Dedique 15 años de mi juventud a competir en los Rallyes, llegando a ser subcampeon de Andalucía en 1987. He colaborado con varios medios de comunicación especializados del motor, probando coches y escribiendo de ellos, he llevado la delegación de Andalucía de Motor Press Iberica con revistas tan prestigiosas como Autopista, Automóvil y Coche Actual.En el apartado de la Seguridad Vial llevo toda mi vida comprometido con la educación vial de los niños en los colegios y en la formación de los futuros profesores de autoescuela, ademas del perfeccionamiento de la conducción para conductores en general, ahora en el Circuito de Jerez.Sí en todos estos años he conseguido influir con mis consejos, aunque sea a una sola persona y esto ha servido para evitar un solo accidente, me considero satisfecho y recompensado.Lucho por conseguir desde mi trabajo y mi actividad,conductores seguros y responsables y acabar o reducir esa lacra social que es el accidente de tráfico.

lunes, 31 de enero de 2011

Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, elaborado por la DGT,

Os facilito información sobre el borrador del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, como os comento esto es un borrador, está sujeto a modificaciones y tendrá que ser aprobado por consejo de Ministros.


Travesías    31 de enero de 2011


Entre las medidas que recoge el borrador del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, elaborado por la DGT, se incluye la conducción acompañada, la elaboración de un título de Formación Profesional para los profesores de autoescuela y la implementación del alcolock, entre otras. 

La conducción acompañada, entre los planes de la DGT


A falta de la aprobación por parte del Consejo de Ministros, la Dirección General de Tráfico ha desarrollado el Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, basándose, según publica el diario La Razón, en la consecución de unos objetivos: cero niños fallecidos sin sistemas de retención infantil; reducción en un 25 por 100 del número de fallecidos de 18 y 24 años; bajar un 10 por 100 los muertos mayores de 65 años y un 30 por 100 el de atropellados; cero fallecidos en turismos en zona urbana; un 30 por 100 menos muertos entre usuarios de las motocicletas; trabajadores y conductores que se salen de la vía en carreteras convencionales; reducir un 50 por 100 los turismos que superan en 20 km/h los límites de velocidad y bajar un 1 por 100 los positivos de alcoholemia en los controles preventivos aleatorios.

Para conseguir estos objetivos, se prevé instalar una serie de medidas a lo largo de la próxima década, que serían las siguientes:

Conducción acompañada
Aunque ya hacía tiempo que se rumoreaba sobre la posibilidad de implantar la conducción acompañada en España, es ahora cuando se ha visto materializada esta idea argumentando, dentro del Plan, que los futuros conductores desarrollarían mayores habilidades en el manejo del vehículo y que les ayudará a la toma de decisiones, basándose en la premisa de que la conducción acompañada ya funciona con éxito en varios países europeos como Francia o Alemania.


Teórica obligatoria

La DGT pretende promover la formación presencial en las clases teóricas y potenciar los contenidos en seguridad vial y conducción eficiente dentro de la materia de examen.


Título de FP para profesores

En cuanto a los profesores de autoescuela, se tiene previsto que este oficio se convierta en un título de Formación Profesional. Así, se cambiarán las pruebas de acceso a través de su incorporación a la formación reglada.


Vigilancia ciudadana

La DGT pretende que los jubilados, voluntarios y condenados por delitos de seguridad vial se impliquen en la vigilancia del tráfico en los colegios.

Actualmente, las Policías Locales suelen estar presentes en zonas o colegios que pueden ser más problemáticos pero, argumentan que no es posible para las Fuerzas de Seguridad dar una mayor cobertura.

Intercambio y alquiler de sillitas

Utilizar sillitas para los niños es clave, ya que reduce entre un 50 y un 80 por 100 el riesgo de lesión. Tráfico quiere promover su uso mediante el alquiler de sillitas.


Alcolock

La DGT estudiará la posible implantación del alcolock (dispositivo que mide el alcohol en aire aspirado) en determinados colectivos profesionales del automóvil.


Vehículo "limpio"

Otro de los objetivos es incentivar la demanda de los vehículos eléctricos y estudiar y divulgar sus ventajas para la seguridad vial.  Los coches de la Administración serán sostenibles.


Medicamentos de riesgo al volante

Tráfico quiere que se difunda el pictograma que incluyen los medicamentos que informan sobre el impacto de su consumo en la conducción.


Radares de tramo

Ya se han implantado en dos túneles de Madrid y Málaga, pero el objetivo es que haya  más radares de tramo. También se revisará y actualizará el plan de radares fijos y móviles en función de  la experiencia adquirida.


Limitador de velocidad 

Los limitadores de velocidad en los vehículos son un elemento muy útil y contrastado en seguridad; por eso la DGT quiere promover su instalación y uso en los turismos.

domingo, 30 de enero de 2011

El ESP, es tan necesario en un coche como el volante o sus cuatro ruedas.

El automóvil a lo largo de su existencia ha conocido ciertos “inventos” que se han convertido en obligatorios y necesarios para cada turismo que se venda. Los cinturones de seguridad, el ABS, los airbags, ahora es el turno del ESP.

El sistema desarrollado por Bosch ha pasado de ser una opción a parte del equipamiento de serie, aunque aún no es obligatorio y algunos fabricantes siguen ofreciéndolo como opción.
La Unión Europea ha hecho que en 2014 sea obligatorio en todos los vehículos de nueva matriculación.

Pero ¿Qué es el ESP?
El ESP (existen otras denominaciones como DSC, ESC) es un sistema electrónico de control de estabilidad enmarcado en el campo de la seguridad activa. 

La función principal de este sistema es evitar que el conductor pierda el control del coche
En el preciso momento en que los sensores desarrollados con este fin, detectan que el comportamiento del vehículo se desvía de lo que se considera correcto, el sistema actúa independientemente sobre cada una de las cuatro ruedas, habitualmente frenando las necesarias para evitar que el coche subvire (no gire lo suficiente) o sobrevire (gire demasiado) y de esta manera evita los derrapes.

De esta forma, el ESP es un sistema que se muestra tremendamente efectivo en situaciones críticas como las de tener que esquivar repentinamente un obstáculo, circular en superficies resbaladizas, o en caso de calcular mal una curva, todas ellas situaciones que pueden acabar con el coche derrapando sin control en caso de no disponer del ESP.
 El derrapaje es una de las principales causas de accidentes de tráfico con víctimas mortales.
Para conseguirlo, el ESP se vale  del ABS de sus captores o sensores y de toda su instalación. 
El sistema está integrado por una centralita electrónica con un microprocesador, un sistema hidráulico y un conjunto de sensores tales como la posición del volante, la velocidad de cada rueda, un giroscopio que detectan los movimientos respecto a cada uno de los ejes imaginarios del vehículo.
En los Cursos de Conducción Avanzada que impartimos en el Circuito de Jerez, demostramos su eficacia y enseñamos a los conductores su funcionamiento y correcta utilización, para que no se interfiera en su función. La verdad es que quedan gratamente sorprendidos de cómo les salva de situaciones comprometidas.
Este avanzado sistema fue desarrollado por Mercedes Benz y Bosch, y hoy día nadie duda de su indiscutible efectividad. Tanto EuroNCAP como la DGT aconsejan públicamente la adquisición de vehículos equipados con ESP, ya que se considera que la cifra de mortalidad podría reducirse en cerca de un 20%.

Para terminar, la mejor recomendación que podemos dar es:  El ESP es un sistema de seguridad que puede salvarnos de sufrir un accidente, pero no es infalible. Los límites del vehículo, los de la física  y los nuestros, están ahí y ni el ESP ni ningún sistema de seguridad nos podrán salvar si los superamos.

sábado, 29 de enero de 2011

Autoescuelas: ¿Inocentes o culpables?

Esta es la historia de un alumno de autoescuela, hoy conductor, con un poco de objetividad y raciocinio, para que veáis que existen muchos jóvenes con cordura y sentido común.

 He encontrado este artículo, me ha parecido interesante y he decidido compartirlo con todos vosotros 
¿Que os parece?
“Hace algo más de seis años, buscaba una autoescuela donde sacarme el carnet de conducir. Dada la inexistente diferencia de precios en mí zona (10 euros de diferencia con 30 clases), elegí la mía por el color verde de los ojos de la chica de recepción. Ese fue el motivo por el que escogí esa y no otra (y la cercanía al tren).
Mi profesor, José Luís, fue uno de los principales responsables de que hoy día conduzca como lo hago ahora, le agradezco mucho que se esforzase tanto en que aprendiese y asimilase los conocimientos, no me sentí como un alumno más. Creo que aprobé después de 30 clases, y casi todo lo que aprendí entonces, aún lo recuerdo.
Esto viene a cuento de un problema que tienen casi todos los conductores, y no me excluyo: la amnesia selectiva. A cambiar de marchas nadie se olvida (a menos que no coja un coche durante años), pero hay otras cosas que con el tiempo vamos relajando, olvidando, omitiendo… depende de la persona.
El principal problema de la educación vial en nuestro país, y en muchos otros, es que cuando se aprende a conducir se busca el mínimo coste posible, pasar el trámite rápido y tener el carnet cuanto antes. El factor “calidad de aprendizaje” se queda en segundo o tercer plano, casi siempre.
Mi profesor insistía en que había gente que aprobaba con solo ocho clases, pero eso no le hacía mejor conductor que el que aprobaba con 50 clases. El factor suerte también está muy presente en los exámenes, eso lo sabemos todos. Una conducción impecable puede irse al traste por un peatón despistado o porque otro conductor “nos la líe”.
Volviendo al tema principal, si un día nos da por coger un libro de autoescuela actualizado, veremos que, siguiendo sus instrucciones, la probabilidad de ser multados pasa a ser residual, casi inexistente, o nula. El problema es cuando nos pasamos el libro por el arco del triunfo, y luego vienen las lamentaciones.
Hay autoescuelas mejores y peores. Uno de mis amigos me comentó que su profesor le dejaba ir a 150 km/h en la segunda clase, y que su profesor más de una vez iba algo bebido, o se dormía,o iba todo el rato leyendo el periódico, o le utilizaba para hacer recados, él estaba en una de esas autoescuelas donde todo es rápido, el teórico lo sacas en uno o dos días y apenas das clases prácticas, claro yo me pregunto ¿Que para qué?. No digo que no sea posible, casos hay, para qué mentiros.
Sin embargo, tengo la convicción de que en las autoescuelas, por norma general, enseñan, pero claro, el alumno también debe colaborar. ¿Cómo podemos explicarnos que haya noveles dando positivo en alcoholemia, sin cinturón en ciudad, adelantándonos cuando nuestra aguja marca 120 y cosas así?
Lo más probable es que todo eso se les dijo en su momento que no se podía hacer, y mientras estuvo el examinador en el asiento de atrás, ejecutaron con maestría su papel de niño bueno y obediente. Una vez estuvo en posesión del “rosa” o la tarjeta… pues a hacer puñetas, hablando mal y pronto.

El hecho de que haya un sistema represor y sancionador se debe a una única causa: hay conductores infractores. Si no hubiese excesos de velocidad, no se instalarían radares, sería tirar el dinero del contribuyente. Tampoco tendría sentido poner controles de alcoholemia si nadie da positivo, como a la salida de una embotelladora de agua mineral.
Los conductores somos los únicos responsables de que exista una persecución por parte de las autoridades, y esta persecución se ha hecho más patente según se han querido mejorar las escandalosas y vergonzantes cifras de accidentes de tráfico, heridos graves o muertos, así como todos los daños colaterales.
Unos dicen que es recaudación. Sin hecho infractor no hay sanción, sin sanción no hay recaudación. Lógica pura, pero no tenida en cuenta. Nos quejamos de que no hay educación vial, pero ¿nos la dieron y pasamos de ella, o en cambio nunca nos la han dado? Es que son conceptos diametralmente distintos.
Si todos pusiésemos en práctica lo aprendido en la autoescuela, apenas habría accidentes de tráfico, a nadie le multarían, pagaríamos seguros bajísimos, bajaría la contaminación, llegaríamos antes a nuestro destino y se podrían destinar recursos policiales a usos más útiles para la sociedad.
Ahora bien, tenemos lo que tenemos… porque somos como somos. A lo largo de nuestra vida hemos tenido, tenemos y tendremos gente que se esforzará en enseñarnos algo o perfeccionar nuestra técnica o conocimientos. Todo eso no servirá de nada si no queremos aprender. Luego en el futuro no busquemos culpables si el culpable somos nosotros mismos.
Muchas veces he leído en foros de Internet, conversaciones y demás que un día nos tendríamos que poner de acuerdo todo, cumplir las normas de tráfico y “joderles la recaudación”. Vale, os tomo la palabra, empezad cuando queráis, ¡¡estamos esperando!! Pero una vez lo hagáis, hacedlo a diario.
Saldríamos beneficiados todos. Sería un necio si no admitiese que hay normas que cuesta respetar más que otras, como las de obras (sin nadie trabajando en ellas), los límites específicos de velocidad o el ámbar de los semáforos. Pero es que deberíamos cumplirlas todas, todos y todo el tiempo.
El conductor español es un especialista en culpar a otros. Todos nuestros problemas son siempre culpa de los demás, y son únicamente los demás los que sufren los accidentes, entorpecen el tráfico y encarecen el seguro. Muchos de nuestros problemas tienen un responsable, para hallarlo, hay que situarse delante de un espejo.
No culpo a mi autoescuela de ninguna de mis carencias como conductor, sería injusto”.


Los radares saltarán a 135 Km/h en autovía

¿Más Reducación o más Recaudación?


TRÁFICO

 

28.01.11 - 02:48 - 
EFE. |

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha ordenado a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que los radares móviles utilizados en las autovías y autopistas «salten» cuando los vehículos pasen de los 135 kilómetros por hora. Hasta ahora, los radares móviles actuaban a partir de los 138 kilómetros por hora. De esta manera se equiparan con los fijos.

Protestas por bajar los radares a 135 km/H.

El margen para multar de los radares desciende de 138 km/h a 135 km/h,  algo que Movimiento 140 considera "hipócrita".

El margen para ser multado se queda en 15 km/h


La plataforma Movimiento140, una asociación que defiende que en autovías y autopistas se pueda circular a 140 km/h ha expresado su más enérgica protesta por la decisión de la DGT de reducir el margen de velocidad en los radares. 

jueves, 27 de enero de 2011

“Estas cosas deberían enseñarse en las autoescuelas"

Estaba impartiendo un Curso de conducción Avanzada en Jerez como solemos hacer cada vez que encontramos conductores responsables que quieren perfeccionar su nivel de seguridad en la conducción y escucho de uno de los alumnos participantes que decía: "estas cosas las deberían enseñar en las autoescuelas"

Esto me sugirió el articulo que ahora escribo, intentaré explicar por qué, según mi opinión, en las escuelas de conductores no solemos enseñar a un alumno de B el nivel de dominio del vehículo que más de uno parece considerar un “nivel básico” (y que, dicho sea de paso, no lo es).

Daré mi opinión como profesional, (puedo no estar en posesión de la verdad como es lógico)

 Daré mi punto de vista como profesional del sector, y eso no implica que mi opinión sea la Verdad Absoluta. 

Dime cómo evalúas y te diré cómo enseñas, reza el abecé de la enseñanza.

Y es cierto. 

Cuando cualquiera de los presentes ha tenido que pasar un examen de geografía no se ha puesto ha estudiar historia ni viceversa. 

Por eso, en las escuelas de conductores se enseña lo que prioritariamente se evalúa en un examen para la obtención del Permiso de Conducir: los conocimientos básicos sobre la normativa reguladora de la circulación, las destrezas necesarias para un manejo acertado del vehículo en las situaciones propuestas y los comportamientos sobre seguridad vial del aspirante a conductor.

Lo cual no debe confundirse con eso de “enseñar a aprobar un examen”, una práctica que por desgracia todavía continúa en funcionamiento… y continuará mientras haya alumnos que estén dispuestos a pagar por malformarse de esta manera.

Volviendo al quid de la cuestión, creer que obtener el permiso equivale a “saber conducir” es una tontería como una catedral.

Nunca finaliza el aprendizaje de la conducción. Al contrario: siempre estamos en constante evolución.

Por eso, la obtención del Permiso de Conducir simplemente es un paso más dentro del aprendizaje de la conducción.
Significa que la Administración reconoce que un conductor ha asimilado una formación básica con la que podrá seguir evolucionando por sí mismo.

Pero ese nuevo conductor, con el carné en el bolsillo, tiene que evolucionar, claro que sí.

En las escuelas de conductores y para la obtención del B, hacemos mucho hincapié en la circulación, más que en la conducción.
No pasa nada porque el alumno cale el motor alguna vez mientras sea capaz de decidir qué hacer en cada momento con los demás usuarios de la vía.

 ¿Que el dominio del vehículo tiene que ser excelente para salir indemnes de las situaciones  conflictivas puedan surgir? Es bastante evidente.
  
Por eso, una vez obtenido el Permiso de Conducir, y para mejorar el dominio mecánico del vehículo, cualquiera puede seguir una formación específica, que se denomina 
Cursos de conducción avanzada.

Y mientras el conductor no consiga ese nivel superior, le damos una técnica para que no le sea necesario conducir al límite en todo momento, ya que no domina ese otro nivel. 

La técnica que les damos en la formación básica es la de anticiparse a todo y el uso del menos común de los sentidos el  sentido común. Lo decimos en las  clases teóricas, cuando se habla sobre seguridad vial, y lo potenciamos luego dentro del coche en las clases prácticas.

El mejor aliado del conductor para hacer frente a una situación límite se llama sentido común.

Siempre es mejor evitar, prevenir que curar.

¿Y por qué no se imparte esa conducción avanzada ya con la obtención del B?

Muy sencillo. En parte, por una razón económica.

¿Cuántos padres de  alumnos  o ellos mismos estarían dispuestos a pagar  más por su formación básica?


También, entra aquí   una cuestión de saturación en el aprendizaje .
Conducir y circular es “una tarea compleja”. Y el aprendizaje mucho más. 
Saturar no es una buena forma de enseñar, más bien al contrario.

No me importa demasiado lo que diga un conductor experimentado sobre su paso por la autoescuela.

Su visión está ya lo suficientemente distorsionada por el correr del tiempo como para no recordar cuál era su nivel de asimilación de contenidos en el coche mientras su profesor le enseñaba.

En cambio, cualquier profesor de formación vial lo ve a diario.

Una persona que está aprendiendo a circular ya tiene bastante con conseguir hacerse un hueco en esta selva de desgraciados al volante que no comprenden que la calle no es suya, como para pedirle según qué florituras con el manejo de la máquina.

Cada cosa, en su lugar y en su debido momento.

Sobre la obligatoriedad de asistir a un curso de conducción avanzada al cabo de un tiempo de haber salido de la escuela de conductores, por supuesto que sería ideal y beneficioso.

Y que al igual que los vehículos necesitan pasar la preceptiva ITV cada cierto tiempo para circular con seguridad, los conductores necesitan reciclarse en sus conocimientos y en sus destrezas, porque decirme  ¿Quién nos informa de los continuos cambios del Reglamento General de Circulación que es un reglamento vivo que está continuamente modificándose?  ¿Quien nos informa de las nuevas señales que surgen? ¿Quien nos enseña a actuar con las nuevas tecnologías y ayudas electrónicas a la conducción, como ABS, ESP, BASS, CONTROL CRUISER,  etc. etc.? 

Pero se imagináis toda esa cantidad de superconductores que pondrían el grito en el cielo cuando alguien insinuara que pueden perfeccionar su conducción.

Dirían:  “ Por favor con la de kilómetros que tengo en el cuerpo y ahora  van a venir a enseñarme a mí.”

¿Os suena?



La conducción acompañada, solución o desastre

.

Mucha gente me ha pedido mi opinión sobre este candente tema de la conducción acompañada, candente sobretodo para los que vivimos de esto, de la formación vial.

Como todo en la vida, y en esto no iba a ser menos, podemos observar opiniones para todos los gustos.

Desde esos maravillosos padres-conductores que  ven la luz al final del túnel y van a poder según ellos enseñar a sus hijos a conducir de forma tan perfecta y virtuosa como lo hacen ellos mismos, trasmitiéndoles todo su caudal de experiencia y saber hacer en la conducción, porque ellos “llevan muchos años haciéndolo y no han tenido ningún accidente grave o no los han multado nunca”.
Ese es el baremo con el que se miden en su competencia como conductores.
Además hay otra cosa que les llena de felicidad, el no tener que pagar a esos extorsionadores que son las Autoescuelas que pretenden cobrar por sus servicios.

Otra opinión es la de los formadores viales, que ven como peligra su profesión, su trabajo o sea su medio de vida, que es la formación de conductores para conseguir conductores seguros y responsables y doy fe que así es en la mayoría de los casos.

Y por otro lado tenemos a papa Estado y mama Administración representados por la dichosa DGT que parece tener una secreta manía persecutoria que jamás se manifiesta, pero que como las meigas “haberlas haylas” en nuestra contra. Este sentimiento, ya convencimiento, está respaldado por años de cambios y acciones que siempre y sin excepción nos perjudican.

Bueno pues os voy a contar cual es mi opinión sobre este importante tema.
Si esto se hiciera bien, cuestión que me da miedo hasta de  pensarla, creo que sería beneficioso para todos.

Me explico: La DGT, dice que con la conducción acompañada se promovería una conducción responsable, siguiendo un criterio de desarrollo máximo de habilidades y que así los aprendices contarían con mayor experiencia en la conducción, harían más kilómetros.

Si se siguieran los modelos europeos de  Francia  o Alemania me parecería perfecto, porque se supervisa y controla la formación y calidad del acompañante, porque nadie pensará que por el mero hecho de ser padre de una criatura se tiene el don de la docencia o de la sabiduría en cualquier tema.

¿Creéis que todos los padres o adultos están preparados  para formar a un joven conductor?
¿Cómo reaccionaría un padre o adulto-formador ante un imprevisto en la circulación y además sin doble-mando?, ¿Les transmitirán la suficiente tranquilidad y serenidad para que logren una conducción segura mientras aprenden?

¿Qué casa de seguros se hará cargo de este riesgo?, ¿Se exigirá un seguro especial para este caso?

Estos modelos, me parecen acertados además  por otras cuestiones, los futuros conductores pueden acceder a la conducción acompañada siempre  que hayan superado un mínimo de clases teóricas y prácticas en la autoescuela
Para ello desde la escuela de conductores tienen que autorizar al alumno (garantizando que ya está preparado para pasar a la fase de conducción acompañada), y también al acompañante (que además de cumplir una serie de requisitos debe pasar una evaluación que asegure que tiene los conocimientos necesarios en seguridad vial y tráfico para poder acompañar al joven).

A partir de entonces, el alumno tiene que conducir con su acompañante durante un año, periodo en el cuál se someterá periódicamente a un control en la autoescuela para comprobar los avances en sus conocimientos.
Además debe realizar un número mínimo de kilómetros durante el período de conducción acompañada.
Pasado este año, se podrá presentar al examen práctico para obtener el permiso de conducir.

Como veis se exige: la supervisión y control de la autoescuela, un número mínimo de clases teóricas y prácticas que apruebe el teórico para comenzar y un control periódico de la formación.
Cuando el joven cumpla los 18 años, haya completado el requisito de un número de kilómetros y de condiciones en la formación podrá examinarse de la parte práctica con la autoescuela y obtendrá su permiso definitivo de conducción.

Al adulto o padre acompañante se le exige llevar al menos cinco años con el carné de conducir, tener todos los puntos y ninguna sanción grave o muy grave en esos años y por supuesto tanto  a él como a su aprendiz tasa cero de alcohol.
Esta medida podría verse acompañada de algunas limitaciones, tal y como se lleva a cabo en otros países. Se trataría de una serie de restricciones respecto a horarios, vías en las que poder circular o días que estarían prohibidos.

En la actualidad la formación de nuestros alumnos es peor que lo que reflejan estos modelos de conducción acompañada.
Por causa de la maldita crisis nuestros alumnos no dan las clases practicas que debieran dar, “probando suerte” y exigiéndonos constantemente que les presentemos a examen sin siquiera controlar el vehículo.
A la teórica no asisten porque les basta con realizar unos pocos de test por Internet, con lo que la adquisición de conocimientos del Reglamento General de Circulación que después tanta falta les hace para poder desenvolverse por las vías y carreteras es  nula, me pregunto ¿Qué conductores estamos fabricando hoy en día?

Por todo ello, si se siguen estos modelos que he comentado y  se hace con rigor y control:
 Bienvenida conducción acompañada.

Sé lo que estáis pensando compañeros de profesión, se que estáis pensando en la DGT y en la forma que tiene de hacer las cosas, sobretodo aquellas que nos afectan.
Sé que estáis pensando en ese señor que le llaman como una fruta y en su proceder hacia el sector.
Sé que desconfiáis de que en este nuestro país se vayan a realizar las cosas como en Francia o Alemania.
Pero os digo que no seáis por una vez desconfiados, que intentemos que se cuente con nuestra opinión para la realización de este proyecto, pues todavía es un proyecto o propuesta que tendrá un largo proceso para su aprobación en Consejo de Ministros.

También envió un mensaje para aquellos padres que piensan que ya pueden enseñar a sus hijos sin pasar por la Autoescuela, en su coche privado sin más,  que todavía esto es un simple proyecto.  

Confiemos, (pero no dejemos de vigilar) que papa Estado y mama Administración, o sea la DGT opten por los modelos más racionales y seguros para algo tan importante como es la formación de los futuros conductores, porque esto sí es Seguridad Vial, y aquí estamos hablando de vidas.

martes, 25 de enero de 2011

La conducción del futuro está muy cerca.

      

Hace poco hice unos cuantos kilómetros en un coche que estaba probando, con unos sistemas de seguridad activa con los últimos  avances tecnológicos.
 Parece increíble lo que han evolucionado los coches en los últimos tiempos.
Si mi padre levantará la cabeza, (el llego a diseñar y crear un pequeño automóvil) no lo creería.
Recuerdo que me decía: Joselito el gasoil  solo sirve para sacar agua de los pozos y para los tractores” Esto era por allá por el 1970 o así.
Si pudiera contemplar y probar los modernos diesel, nada que ver con aquellos antiguos “petroleros”, con motores: Perkins, Sava, Barreiros, aquellos SEAT 1500, 1400, Dodge Dart, etc. que eran puro traqueteo, ruido y pocas prestaciones puras.
En la actualidad lo que hace poco tiempo nos parecía ciencia ficción, ya es una realidad.
¿Cómo  será la conducción dentro de muy poco?
Nada más ponernos en marcha, el coche nos recordará que tenemos que ponernos el cinturón de seguridad, y  habrá comprobado que no daríamos positivo en un test de alcoholemia.
 El teléfono móvil se asociará  por Bluetooth y nos librará de tener que contestar a las llamadas distrayéndonos.
La ruta estará  preparada en el navegador, que nos avisará si hay atascos y nos acabará sugiriendo rutas alternativas.
 Asimismo, sabremos cuándo vamos a llegar, dónde hay radares, puntos negros, gasolineras, zonas de descanso, restaurantes, hoteles etcétera
Mientras vamos conduciendo, el coche va vigilando el movimiento de nuestros ojos.
 Si nos distraemos, o cerramos los ojos, o nos giramos para hablar con alguien, el ordenador se dará cuenta y nos advertirá de nuestra obligación de mirar a la carretera.
 Además, irá leyendo las señales de tráfico para indicarnos si estamos incumpliendo una limitación de velocidad o si debemos adaptar nuestra conducción a las circunstancias.

En el morro del coche va instalado un radar de proximidad que va vigilando el tráfico. ¿Vamos respetando la distancia de seguridad? ¿Existe un riesgo de colisión?
 Un conductor humano tarda en el mejor de los casos 3/4 de segundo en reaccionar ante un peligro, pero un ordenador sólo necesita milisegundos para hacerlo. Si el de delante frena y nosotros no lo hacemos, el coche empezará a frenar sólo, llegando incluso a la detención total si fuese necesario.
Cuando nos desviemos por distracción o somnolencia, el coche nos avisará, si  hacemos un cambio de carril, los sensores contra el ángulo muerto nos avisarán si hay un coche que no hemos visto, y los intermitentes habrán sido accionados, de lo contrario el sistema nos avisará que vamos distraídos.
Además, si el volante no detecta suficiente presión, interpretará que no lo estamos agarrando bien o que hemos soltado las manos, que hará que seamos advertidos. Será muy difícil quedarse dormido.
Sensores climatológicos detectarán si hay lluvia, niebla o riesgo de hielo, y si nuestra conducción no está adaptada a las condiciones, recibiremos sugerencias para conducir de una forma más segura.
Si nos hemos dejado las luces antiniebla puestas y luce un estupendo sol, se desconectarán automáticamente.
Asimismo, las luces se encenderán en todos los supuestos en que hacen falta, el resto del tiempo funcionarán las luces diurnas.
¿Nuestra conducción es muy agresiva? El ordenador nos dirá cuánto dinero estamos perdiendo o gastando de más en combustible por cambiar de forma inadecuada.
         Se parará automáticamente en las detenciones.
Todos los pasajeros deberán tener el cinturón abrochado, pero no sólo eso. Se nos informará si la posición del asiento no es correcta y si hay riesgo de que suframos lesiones por ir demasiado cerca.
Además, los coches intercambiarán información entre ellos, creando una red ad hoc sobre el estado de la calzada, si ha habido un accidente o existe riesgo de, si hay que abrir camino a un servicio de emergencia, etc.
 Esta tecnología se llama V2V, es decir, “de vehículo a vehículo”. Cómo no, el vehículo también intercambiará con el conductor información verbal para no distraerle.
Seremos avisados de cualquier obstáculo que no veamos, como animales cruzando la carretera o peatones por el uso de infrarrojos o radar.
Las luces de largo alcance se desconectarán solas para no deslumbrar, e iluminarán mejor cuando circulemos a alta velocidad sin nadie a quien dejar ciego.
Ya no habrá que regular las luces en altura, se hará siempre automáticamente.
Todo lo  planteado  no es ciencia ficción.
La mayoría de estos sistemas se encuentran ya,  por separado en distintos fabricantes, por ahora en vehículos de alta gama.
Pero poco a poco se harán populares y seguirán contribuyendo a la reducción de la siniestralidad.
Los ordenadores no saben lo que son las emociones, la inconsciencia, la distracción, la estupidez humana y por eso añadirán mucha seguridad a la circulación.
Nadie se plantea hoy cómo sería la navegación marítima, aérea o ferroviaria sin la asistencia de los ordenadores
 Se ha empezado por el ABS, luego vino el ESP, los testigos de abrochado del cinturón, testigos de presión de los neumáticos, regulador de velocidad, sensores crepusculares o de lluvia, etc.
Es  triste decirlo, pero es una evidente: una máquina, convenientemente entrenada, es mejor candidata a ser un conductor más seguro que una persona.
Si nos fijamos en cuánto ha avanzado el automóvil desde los años 80, da vértigo imaginar el futuro inmediato que se nos avecina.
Y ya ha empezado…



La DGT trabaja en un proyecto para instaurar en España sistemas inteligentes de comunicación entre el vehículo y la vía



MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
   
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha creado un grupo de trabajo que está estudiando la forma en la que instaurar en España sistemas inteligentes que comuniquen a los vehículos con la vía por la que transitan, lo que se conoce como Sistemas de Transporte Inteligentes , según ha explicado a Europa Press el secretario general de ITS España, Jaime Huerta.

   El objetivo principal de este grupo de trabajo es elaborar una normativa para adaptar la directiva sobre sistemas de transporte inteligentes aprobada por la Comisión Europea el pasado julio de 2010. 

España tiene hasta febrero de 2012 para crear adaptar esta normativa y el director de Tráfico, Pere Navarro, ya ha avanzado que la implantación de las ITS va a suponer "el gran salto hacia adelante" en la reducción de la mortalidad.

   Entre otras cosas, con estas tecnologías sería posible avisar a un coche que circula por una carretera que unos kilómetros más adelante ha habido un accidente, si el vehículo ha superado la velocidad máxima permitida o proporcionar al conductor información del tráfico que hay en la ruta que se va a seguir.

   Para instaurar este tipo de tecnologías, tal y como propone Europa, haría falta tanto adaptar las vías como instalar en los vehículos dispositivos que pudieran comunicarse con Tráfico y con la propia carretera, explica Huerta, quien asegura que las empresas españolas son pioneras en este tipo de tecnologías y han instalado sistemas de transporte inteligentes en otros países como Chile o Australia.

   Uno de los proyectos que baraja impulsar el grupo de trabajo creado por la DGT es el llamado 'eCall', que consiste en un dispositivo que se instala en el vehículo y que, en caso de accidente, automáticamente realiza una llamada de emergencia para reducir el tiempo que tardan los servicios sanitarios en llegar al lugar del siniestros, y disminuir de esa forma las consecuencias del accidente. Además, el 'eCall' permitiría al conductor hacer una llamada al 112 en caso de que necesite ayuda.

   Esta particularidad es precisamente la que más problemas genera en la implantación de los 'eCall', ya que los servicios de emergencias temen que puedan verse colapsados por llamadas que no sean de urgencia.

 Sin embargo, según explica Huerta, la DGT se ha comprometido a filtrar este tipo de llamadas para que a los servicios de emergencias le lleguen exclusivamente las que sean realmente urgentes de cara a impulsar la implantación de esta tecnología.  

   La idea inicial propuesta en Europa, y que también se baraja en España, es que, en un principio, obligar a los coches de gama alta a instalar obligatoriamente estos dispositivos, que serán una opción en los vehículos más baratos, para, más tarde, en una segunda etapa, elaborar una normativa según la cual todos los vehículos que se fabriquen en España tengan que llevar incorporado un 'eCall'.

ÁMBITOS PRIORITARIOS

   La directiva europea sobre ITS establece como ámbitos prioritarios de actuación a la hora de legislar en esta materia la utilización óptima de los datos sobre la red viaria, el tráfico y los desplazamientos; la continuidad de los servicios de ITS para la gestión del tráfico y del transporte de mercancías; las aplicaciones de ITS para la seguridad y protección del transporte por carretera y la conexión del vehículo a la infraestructura de transporte.

   Estos sistemas también abrirían la puerta al pago por uso en determinadas vías, un método que la DGT está dispuesto a estudiar como medida para financiar la conservación de las carreteras, según ha señalado esta semana el director de Tráfico, Pere Navarro, en la Tribuna RACC en Madrid. 

El pago por uso se basa en delimitar la conducción gratuita hasta un número de kilómetros determinado, que se ajustaría a la media de kilómetros conducidos anualmente por los usuarios, y todos los vehículos que sobrepasen dicho valor pagarían una cuota anual.

   Para ello, sería necesario que el vehículo tuviera instalado un dispositivo que midiera los kilómetros recorridos, el tipo de vía por el que se circula y la hora, ya que organizaciones como la Asociación Española de la Carretera (AEC), que defienden este modelo, abogan porque los kilómetros que se recorran de noche o por carreteras secundarias sean gratis.

   Tal y como explica Huerta, "basta con un simple GPS con un pequeño software" instalado en el vehículos para poner en práctica algunas de estas tecnologías, que, a su juicio, además de mejorar la seguridad vial, podrían servir para reducir el número de atascos mejorando la movilidad y disminuir también la polución.

MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS)