Mi compromiso con la Seguridad Vial

Mi pasión por la enseñanza y por el automóvil, me viene quizás de antes de mi nacimiento .Mi padre trabajo con el cinco veces campeón del mundo de formula 1, Juan Manuel Fangio en Argentina como mecánico y carrocero. Nací en Uruguay en un taller de coches, y me temo que alguna vez me cambiarían el biberón por gasolina, hijo de un sevillano, trianero para más señas y de una "granaina" de Guadix, "casi na", como se dice en mi Andalucía.

Traigo en los genes una verdadera obsesión por los coches, mi señora esposa que la lleva aguantando (la obsesión) muchos años, dice que si alguna vez la engaño será con una "furgoneta".Dedique 15 años de mi juventud a competir en los Rallyes, llegando a ser subcampeon de Andalucía en 1987. He colaborado con varios medios de comunicación especializados del motor, probando coches y escribiendo de ellos, he llevado la delegación de Andalucía de Motor Press Iberica con revistas tan prestigiosas como Autopista, Automóvil y Coche Actual.En el apartado de la Seguridad Vial llevo toda mi vida comprometido con la educación vial de los niños en los colegios y en la formación de los futuros profesores de autoescuela, ademas del perfeccionamiento de la conducción para conductores en general, ahora en el Circuito de Jerez.Sí en todos estos años he conseguido influir con mis consejos, aunque sea a una sola persona y esto ha servido para evitar un solo accidente, me considero satisfecho y recompensado.Lucho por conseguir desde mi trabajo y mi actividad,conductores seguros y responsables y acabar o reducir esa lacra social que es el accidente de tráfico.

jueves, 27 de enero de 2011

“Estas cosas deberían enseñarse en las autoescuelas"

Estaba impartiendo un Curso de conducción Avanzada en Jerez como solemos hacer cada vez que encontramos conductores responsables que quieren perfeccionar su nivel de seguridad en la conducción y escucho de uno de los alumnos participantes que decía: "estas cosas las deberían enseñar en las autoescuelas"

Esto me sugirió el articulo que ahora escribo, intentaré explicar por qué, según mi opinión, en las escuelas de conductores no solemos enseñar a un alumno de B el nivel de dominio del vehículo que más de uno parece considerar un “nivel básico” (y que, dicho sea de paso, no lo es).

Daré mi opinión como profesional, (puedo no estar en posesión de la verdad como es lógico)

 Daré mi punto de vista como profesional del sector, y eso no implica que mi opinión sea la Verdad Absoluta. 

Dime cómo evalúas y te diré cómo enseñas, reza el abecé de la enseñanza.

Y es cierto. 

Cuando cualquiera de los presentes ha tenido que pasar un examen de geografía no se ha puesto ha estudiar historia ni viceversa. 

Por eso, en las escuelas de conductores se enseña lo que prioritariamente se evalúa en un examen para la obtención del Permiso de Conducir: los conocimientos básicos sobre la normativa reguladora de la circulación, las destrezas necesarias para un manejo acertado del vehículo en las situaciones propuestas y los comportamientos sobre seguridad vial del aspirante a conductor.

Lo cual no debe confundirse con eso de “enseñar a aprobar un examen”, una práctica que por desgracia todavía continúa en funcionamiento… y continuará mientras haya alumnos que estén dispuestos a pagar por malformarse de esta manera.

Volviendo al quid de la cuestión, creer que obtener el permiso equivale a “saber conducir” es una tontería como una catedral.

Nunca finaliza el aprendizaje de la conducción. Al contrario: siempre estamos en constante evolución.

Por eso, la obtención del Permiso de Conducir simplemente es un paso más dentro del aprendizaje de la conducción.
Significa que la Administración reconoce que un conductor ha asimilado una formación básica con la que podrá seguir evolucionando por sí mismo.

Pero ese nuevo conductor, con el carné en el bolsillo, tiene que evolucionar, claro que sí.

En las escuelas de conductores y para la obtención del B, hacemos mucho hincapié en la circulación, más que en la conducción.
No pasa nada porque el alumno cale el motor alguna vez mientras sea capaz de decidir qué hacer en cada momento con los demás usuarios de la vía.

 ¿Que el dominio del vehículo tiene que ser excelente para salir indemnes de las situaciones  conflictivas puedan surgir? Es bastante evidente.
  
Por eso, una vez obtenido el Permiso de Conducir, y para mejorar el dominio mecánico del vehículo, cualquiera puede seguir una formación específica, que se denomina 
Cursos de conducción avanzada.

Y mientras el conductor no consiga ese nivel superior, le damos una técnica para que no le sea necesario conducir al límite en todo momento, ya que no domina ese otro nivel. 

La técnica que les damos en la formación básica es la de anticiparse a todo y el uso del menos común de los sentidos el  sentido común. Lo decimos en las  clases teóricas, cuando se habla sobre seguridad vial, y lo potenciamos luego dentro del coche en las clases prácticas.

El mejor aliado del conductor para hacer frente a una situación límite se llama sentido común.

Siempre es mejor evitar, prevenir que curar.

¿Y por qué no se imparte esa conducción avanzada ya con la obtención del B?

Muy sencillo. En parte, por una razón económica.

¿Cuántos padres de  alumnos  o ellos mismos estarían dispuestos a pagar  más por su formación básica?


También, entra aquí   una cuestión de saturación en el aprendizaje .
Conducir y circular es “una tarea compleja”. Y el aprendizaje mucho más. 
Saturar no es una buena forma de enseñar, más bien al contrario.

No me importa demasiado lo que diga un conductor experimentado sobre su paso por la autoescuela.

Su visión está ya lo suficientemente distorsionada por el correr del tiempo como para no recordar cuál era su nivel de asimilación de contenidos en el coche mientras su profesor le enseñaba.

En cambio, cualquier profesor de formación vial lo ve a diario.

Una persona que está aprendiendo a circular ya tiene bastante con conseguir hacerse un hueco en esta selva de desgraciados al volante que no comprenden que la calle no es suya, como para pedirle según qué florituras con el manejo de la máquina.

Cada cosa, en su lugar y en su debido momento.

Sobre la obligatoriedad de asistir a un curso de conducción avanzada al cabo de un tiempo de haber salido de la escuela de conductores, por supuesto que sería ideal y beneficioso.

Y que al igual que los vehículos necesitan pasar la preceptiva ITV cada cierto tiempo para circular con seguridad, los conductores necesitan reciclarse en sus conocimientos y en sus destrezas, porque decirme  ¿Quién nos informa de los continuos cambios del Reglamento General de Circulación que es un reglamento vivo que está continuamente modificándose?  ¿Quien nos informa de las nuevas señales que surgen? ¿Quien nos enseña a actuar con las nuevas tecnologías y ayudas electrónicas a la conducción, como ABS, ESP, BASS, CONTROL CRUISER,  etc. etc.? 

Pero se imagináis toda esa cantidad de superconductores que pondrían el grito en el cielo cuando alguien insinuara que pueden perfeccionar su conducción.

Dirían:  “ Por favor con la de kilómetros que tengo en el cuerpo y ahora  van a venir a enseñarme a mí.”

¿Os suena?



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